Éxito y críticas – Trabajaste duro en tu trabajo. Finalmente, finalmente, estás alcanzando grandes logros. ¿Y el éxito? Tiene un sabor tan dulce. Excepto, por supuesto, que ciertas personas a tu alrededor han comenzado a tratarte como si hubieras pateado a su cachorro, les hayas dicho que Santa Claus no existe y hayas vendido tu alma a Lord Voldemort, todo durante tu hora de almuerzo. ¿Por qué no pueden simplemente estar felices de que todo te vaya bien?
1. Tienen expectativas inflexibles.
Las personas tienen una necesidad innata de control. Tener un sentido de elección y poder proporciona beneficios tanto psicológicos como físicos, porque reduce el estrés y da más confianza en las probabilidades de supervivencia. Al mismo tiempo, las personas se ponen ansiosas cuando el desempeño no cumple con sus expectativas, principalmente porque los resultados alteran su percepción de ser el actor principal. Esto es válido incluso cuando el resultado que están experimentando es bueno para ellos.
Las personas sienten que pueden predecir y controlar sus resultados. Así que cuando tu desempeño resulta romper sus predicciones, esto puede ser desconcertante, incluso si el resultado es, objetivamente hablando, una buena noticia.
2. Se sienten inadecuados.
Las personas buscan en los demás un punto de referencia con el que puedan medir su propio éxito. Cuando cambias el punto de referencia de tal manera que ahora estás por encima de donde están ellos, comienzan a cuestionar sus propias habilidades y sienten que han fallado. Esta sensación de insuficiencia puede empeorar aún más por el temor de que, a medida que vayas tomando decisiones que crean más distancia, los dejes atrás.
3. Hay dolor en su pasado.
En algunos casos, las personas se esfuerzan por alcanzar sus sueños pero no los logran, a menudo sin tener la culpa ellos mismos. Y, honestamente, algunas personas han sido pateadas cuando se encuentran deprimidas por varios tipos de abuso. Cuando subes otro peldaño en la escalera, es como si les arrojaras todo eso a la cara. No te molestan, per se, porque saben que tú también has trabajado duro, pero su sentido de justicia los entristece y enoja porque a otros les puede ir bien cuando ellos todavía se sienten atrapados.
4. Están enojados consigo mismos.
Algunas personas que te vean triunfar reconocerán todas las cosas difíciles por las que probablemente pasaste para llegar a donde estás. Reconocerán que tu éxito llegó con un sacrificio que no estaban dispuestos a hacer. Entonces se enojan con las decisiones que tomaron y comprenden que podrían haber permanecido donde tu estás si hubieran tenido un poco más de coraje o perseverancia. En un sentido más amplio, pueden sentirse frustrados porque están atrapados en una forma de vida específica que los frena.
5. Estás destruyendo su concepto de las reglas.
En Estados Unidos, el mantra es: si trabajas duro, avanzarás y el proverbial sueño americano estará a tu alcance. Ese concepto frecuentemente va de la mano con un énfasis en la integridad, enfatizando que no debes hacer trampa para adelantar al otro. Pero cuando trabajan tan duro como tú y sales ganando, de repente les haces cuestionar estas reglas. Eso, a su vez, puede llevarlos a cuestionar casi todas las demás construcciones sociales que existen y llevarlos a una verdadera crisis de comportamiento y de sí mismos. Protestar por la buena suerte que tanto les costó ganar es su forma de resistir ese caos y convencerse de que lo que vivieron y creyeron era verdad.
Cuando tienes éxito en tu vida personal o en tu trabajo, tienes derecho a sentirte orgulloso de ello. Pero no todo el mundo va a compartir tus buenos sentimientos. Sin embargo, sus razones para ser el clásico aguafiestas pueden conectarse con emociones y necesidades psicológicas increíblemente profundas. Si alguien parece amargado hacia ti mientras logras tus objetivos, ten en cuenta esos sentimientos y necesidades para poder reaccionar de una manera que sea apropiada y compasiva.
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