Las relaciones a larga distancia (LDR, por sus siglas en inglés) son más comunes de lo que podrías pensar, especialmente entre las generaciones más jóvenes. En un estudio con más de 2,000 estudiantes universitarios, más de un tercio estaba en una LDR.¹ Si bien no está claro si la prevalencia de las LDR está en su punto más alto, varios factores pueden contribuir a que las personas elijan este tipo de relación, incluyendo:
- La facilidad para comunicarse con la tecnología actual
- La necesidad de mudarse por motivos educativos o laborales
- El cambio en las normas sociales y las actitudes hacia las relaciones
¿Qué se considera una relación a larga distancia?
No existe una definición universalmente aceptada para una relación a larga distancia. En general, se considera que una relación es de larga distancia cuando las parejas viven lo suficientemente lejos como para no poder verse regularmente en persona debido a la distancia. Esto podría significar vivir en diferentes ciudades, estados o incluso países. Algunas parejas eligen mantener una relación a larga distancia por periodos cortos debido a compromisos laborales o familiares. Otras saben que la distancia podría ser indefinida.
Algunos investigadores definen un “viaje de larga distancia” como cualquier distancia mayor a 100 millas (unos 160 km).² Sin embargo, la distancia física exacta puede ser menos importante que el tiempo que la pareja debe pasar sin verse. Por ejemplo, una pareja podría vivir en ciudades vecinas, pero solo poder reunirse una vez al mes. Podrían considerarse a sí mismos como una pareja a larga distancia debido al tráfico y al tiempo de viaje, lo que dificulta verse con frecuencia.
Si tú y tu pareja sienten que la distancia es un factor significativo en su relación, podrían considerarse en una LDR.
Desafíos de las relaciones a larga distancia
Las LDR presentan todo tipo de desafíos únicos para las parejas. Los problemas más comunes incluyen:
- Barreras de comunicación: Las parejas en LDR pueden tener dificultades para hablar con regularidad y conectarse de manera significativa. Al no poder ver el lenguaje corporal o las expresiones faciales mientras se envían mensajes de texto o hablan por teléfono, pueden malinterpretarse mutuamente. También pueden tener problemas para encontrar tiempo para hablar si viven en diferentes zonas horarias. Cuando las parejas dependen demasiado de la tecnología para comunicarse y no la equilibran con tiempo cara a cara, a veces se sienten menos cercanas y menos satisfechas en su relación.³
- Carga emocional: Las parejas pueden enfrentar desafíos emocionales como la soledad, la desconfianza, los celos y la incertidumbre. Los sentimientos y comportamientos de cada integrante influyen en los del otro, afectando la calidad de la relación.⁴
- Intimidad física limitada: La falta de afecto físico e intimidad sexual puede generar frustración y desconexión. En muchas relaciones, la intimidad tiende a disminuir después de la “fase de luna de miel” o cuando las parejas trabajan muchas horas y tienen tiempo libre limitado.⁵ En las LDR, la carga adicional de verse rara vez en persona puede empeorar estos patrones.
- Carga financiera: Los costos de mantener una relación a larga distancia son, en promedio, más altos que los de una relación a corta distancia.⁶ Esto se debe a mayores gastos de viaje, así como a los costos asociados a mantener dos residencias separadas.
- Menos tiempo de convivencia: Equilibrar la relación con otros compromisos, como el trabajo o los estudios, puede ser más difícil cuando las parejas están en diferentes lugares. Las investigaciones muestran que las parejas que pasan más tiempo juntas reportan mayor satisfacción y sentimientos más positivos sobre su relación.⁷ Las parejas en LDR que luchan por pasar suficiente tiempo de calidad juntas pueden terminar sintiéndose desconectadas e insatisfechas.
- Incertidumbre sobre el futuro: Las parejas a larga distancia pueden tener dificultades para planificar a largo plazo, especialmente si no hay un cronograma claro para cerrar la brecha de la distancia. Las parejas a larga distancia son más propensas a separarse y menos propensas a vivir juntas que aquellas que viven cerca.⁸
Si estás enfrentando desafíos en una relación a larga distancia, considera buscar apoyo en amigos, familiares o en un consejero de parejas con experiencia en LDR. Ellos pueden ofrecerte perspectivas valiosas y estrategias para sobrellevar la situación.
¿Cómo afectan las relaciones a larga distancia la salud mental?
Las relaciones a larga distancia pueden tener efectos variados en la salud mental. Aunque son desafiantes, algunas personas encuentran que la distancia en realidad mejora su relación y su crecimiento personal.
El tiempo separados puede brindar oportunidades de autorreflexión y de perseguir intereses individuales. Las parejas exitosas en LDR suelen desarrollar fuertes habilidades de comunicación y una profunda apreciación por el tiempo que pasan juntas.
Un estudio descubrió que tienden a compartir más información personal y ser más receptivas entre sí en comparación con parejas geográficamente cercanas.⁹ Esto probablemente ayuda a mantener la satisfacción en la relación. Desafortunadamente, el mismo estudio también reveló que las personas en relaciones a larga distancia pueden sobreestimar la apertura y receptividad de su pareja.
Si uno o ambos miembros de la pareja no logran adaptarse a los desafíos de estar en una relación a larga distancia, esto puede afectar la salud mental. Niveles más altos de estrés en las personas en LDR se asocian con indicadores de salud más deficientes, incluyendo ansiedad, depresión, alteraciones del sueño y fatiga.¹⁰ Estos problemas de salud pueden empeorar debido a la tensión emocional de la separación y al esfuerzo constante por mantener la conexión de forma digital.
Cómo tu salud mental afecta tu LDR
Las condiciones de salud mental, los síntomas subclínicos y ciertos rasgos de personalidad pueden dificultar aún más el ya arduo trabajo de mantener una relación a larga distancia.
Las personas con ciertos estilos de apego inseguro, por ejemplo, pueden tener dificultades con las LDR.¹¹ La ansiedad, en particular, se asocia con un aumento de los conflictos en las relaciones.¹² Cuando la distancia es un factor, la falta de interacción en persona puede añadir más leña al fuego debido a la dificultad para mantener una comunicación saludable. Las investigaciones sugieren que cuando las parejas experimentan altos niveles de malestar en una relación a larga distancia, la comunicación abierta es crucial para restaurar la satisfacción en la relación.¹³
En general, las parejas románticas a veces encuentran difícil entender los problemas de salud mental del otro.¹⁴ En las LDR, los miembros de la pareja no pueden observar las conductas cotidianas del otro, lo que puede agravar el problema. Un integrante podría interpretar mal los síntomas o simplificar en exceso los desafíos emocionales de su pareja.
Ciertos rasgos de personalidad pueden facilitar o dificultar la tarea de mantener una relación a larga distancia.¹⁵ Quienes disfrutan de la aventura, se adaptan bien al cambio y se sienten cómodos con la comunicación basada en la tecnología suelen tener mejores resultados. Por otro lado, aquellos que prefieren la rutina, la predictibilidad y las interacciones en persona pueden encontrarlo más complicado.
Cómo hacer que una relación a larga distancia funcione
Aprender a sobrellevar emocionalmente una relación a larga distancia puede ser difícil. Si bien no son para todos, no es imposible mantenerlas. Las LDR requieren dedicación y confianza por parte de ambos integrantes. Aquí hay algunas estrategias clave para mantener una relación a larga distancia saludable:
- Establece expectativas claras: Hablen sobre las metas de la relación, las necesidades de comunicación y los límites. Sé honesto sobre lo que necesitas para sentirte seguro y conectado. Además, acepta que es normal que algunos días sean más difíciles que otros.
- Establece una comunicación regular: Crea una rutina para mantenerse en contacto, ya sea a través de check-ins diarios, videollamadas semanales o mensajes de texto regulares. La mensajería frecuente y receptiva se relaciona con una mayor satisfacción en las relaciones a larga distancia.¹⁶
- Planifica visitas y experiencias compartidas: Programa reuniones presenciales regulares cuando sea posible. Durante el tiempo separados, crean experiencias compartidas a través de citas virtuales, ver películas juntos o jugar en línea. Tener un plan en marcha es clave para prevenir la ansiedad en las relaciones a larga distancia.
- Celebra hitos: Conmemoren fechas importantes y logros juntos, incluso a la distancia. Esto puede incluir el envío de pequeños obsequios, la planificación de celebraciones virtuales o la creación de álbumes de fotos digitales para recordar momentos especiales.
- Practica la “saboreación relacional”: Evoca recuerdos de experiencias positivas compartidas, anticipa momentos futuros juntos y participa plenamente en las interacciones presentes con tu pareja. Enfocarse mentalmente en los sentimientos de cercanía con tu pareja ha demostrado ayudar a aumentar las emociones positivas y la satisfacción en las relaciones a larga distancia.¹⁷ Esta técnica puede ser especialmente útil cuando estás aprendiendo a sobrellevar el echar de menos a tu pareja a distancia.
- Busca apoyo cuando lo necesites: No dudes en recurrir a amigos, familiares o a un profesional de la salud mental si estás pasando por dificultades. Visita nuestro directorio para encontrar terapeutas calificados que se especializan en ayudar a parejas.
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