4 COSAS QUE PUEDE HACER PARA APOYAR LA SALUD MENTAL DE TU ADOLESCENTE

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Ya sea que tu y tu hijo adolescente se lleven bien o tengan desafíos, es importante demostrar que lo amas y lo apoyas, que puedes ayudarlo a superar los momentos difíciles y que siempre estás ahí para ayudarlo.

Aquí hay cuatro cosas que debes tener en cuenta al tener esa conversación de “¿cómo estás?” con tu hijo adolescente y para demostrar que siempre estás ahí para ayudarlo.

1. Anímalo a compartir sus sentimientos

Busca formas de comunicarte con tu adolescente. Pregúntale cómo ha sido su día y qué ha estado haciendo. Podrías invitarlo a unirse a ti en una tarea, como preparar la cena, para que puedas usar el tiempo para conversar sobre su día.

Recuérdale que estás ahí para el/ella, pase lo que pase, y que quieres saber cómo se siente y qué piensa. Unas simples palabras de aliento pueden ayudar a sentirse cómodos compartiendo sus sentimientos contigo.

Es importante reconocer y comprender las emociones que pueda estar experimentando, incluso si se siente incómodo. Cuando se abra a ti, puedes responder con “Entiendo”, “suena como una situación difícil” o “eso tiene sentido”.

Puede ser fácil darse cuenta de las cosas que tu adolescente está haciendo y que a ti no te gusten. Pero también trata de notar y elogiarlo por algo que está haciendo bien, incluso algo simple como limpiar lo que ensucia.

2. Tómate el tiempo para apoyar

Trabajen juntos para establecer nuevas rutinas y metas diarias alcanzables. Podría incluir las tareas domésticas en torno al trabajo escolar o establecer un objetivo, como hacer la tarea antes de la cena.

¡La adolescencia significa independencia! Trata de darle a tu adolescente el tiempo y el espacio adecuados para estar solo. Necesitar espacio es una parte normal del crecimiento.

Encuentra algunas formas en las que puedas apoyar y alentar a tu hijo adolescente a tomar descansos (de las tareas escolares, las tareas del hogar u otras actividades en las que pueda estar trabajando) para hacer cosas que disfruta. Si tu adolescente se siente frustrado, trabaja con él/ella para pensar en algunas soluciones a los problemas. Trata de no hacerte cargo y decirle qué hacer.

3. Trabajen juntos en los conflictos

Escucha las opiniones de tu adolescente y trata de resolver los conflictos con calma. Recuerda: ¡todo el mundo se estresa!

Nunca discutas un tema mientras estés enojado. Aléjate, toma un respiro y cálmate; puedes hablar con tu adolescente al respecto más tarde.

Evita las luchas de poder. Dado que el mundo se siente impredecible y las opciones parecen limitadas en este momento, los adolescentes pueden estar luchando por tener el control. A pesar de lo difícil que puede ser en el momento, empatiza con su deseo de afirmar el control en un momento aterrador, en lugar de intentar defenderte o dominarlo.

Se honesto y transparente con tu adolescente: puedes hacerle saber que tu también estás experimentando un estrés adicional. Mostrarles cómo lidias con tus propios sentimientos difíciles puede ayudar a saber que sus sentimientos están bien.

Cuando haya un conflicto, tóma un tiempo para reflexionar sobre cómo tu y tu adolescente pueden resolverlo. Puedes discutir estas reflexiones con tu adolescente, para que vea cómo estás procesando las ideas.

4. Cuídate

Los cuidadores tienen mucho con que lidiar. También necesitas atención y apoyo para ti mismo. Mostrar autocuidado también es una buena manera de modelar la práctica para tu adolescente.

No esperes para pedir ayuda a otros si te sientes abrumado. Es normal y está bien sentirse así. Encuentra un miembro de la familia o alguien con quien puedas hablar.

Haz tiempo para tus propias relaciones. Trata de encontrar algunas personas con las que puedas compartir tus sentimientos y experiencias.

Tóma un tiempo en tu día para hacer las cosas que te ayudan a sobrellevar y controlar el estrés. Ya sea que tengas un día ajetreado o lento, sabemos que hacer tiempo para cuidarte a tí mismo es esencial para tu bienestar. Hacer las cosas que te gustan o simplemente tomarse unos minutos libres de tu día puede ayudarte a sentirte relajado y revitalizado.

Prueba diferentes estrategias positivas de afrontamiento que funcionen para ti. Algunas ideas incluyen: hacer ejercicio, hablar con amigos, hacer listas de cosas por hacer o planificar con anticipación, mantener rutinas y estructuras, reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido u orgulloso, y hacer cosas que disfrutas como la música, el arte, bailar y escribir un diario.

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